Protección radiológica en odontología

La radiología dental es una herramienta diagnóstica que se utiliza en odontología para detectar anomalías. Para ello , es necesario usar protección radiológica

Las radiaciones ionizantes, siempre conllevan un riesgo. Traen efectos perjudiciales para la salud, es por ello que se requiere de protección radiológica. Dichas emisiones, se pueden clasificar en deterministas y estocásticos. Las primeras, se caracterizan por no generan daños mayores. Por su parte, la segunda está por encima del umbral de emisión regular y puede generar afecciones importantes.

Los efectos estocásticos, dañan el ADN de las células, haciendo que crezcan de manera irregular, lo que puede desembocar en cáncer y otras lesiones contundentes. De allí radica la importancia de la protección radiológica durante los estudios odontológicos.

Importancia de la protección radiológica

Existe una variedad de equipos que se utilizan para generar las imágenes de la parte interna de la boca, y su uso se ha convertido en una actividad cotidiana. La importancia de la protección radiológica, radica en evitar futuras afecciones, como consecuencia de la absorción de radiación. Las principales reglas que se deben seguir a la hora de aplicar radiación, son:

Distanciamiento

Se debe mantener una distancia prudente de la fuente de radiación.  A medida que la persona se aleja, disminuye el cuadro de exposición y es menos probable que haya alguna consecuencia a largo plazo.

Blindaje

El área donde se lleve a cabo el estudio radiológico, debe estar equipado con pantallas protectoras, para que la radiación no traspase las áreas aledañas. En la mayoría de los casos se utilizan paredes de hormigón, láminas de plomo o acero.

En el caso de los pacientes, para las radiografías intraorales o extraorales, los mismos, debe estar dotados con un delantal de plomo que cubra la parte frontal del cuerpo. Así mismo, se tiene que proteger la parte de la garganta y tiroides, que son órganos sensibles a las radiaciones.

Tiempo

El tiempo de exposición debe disminuirse de la mejor manera posible. En el caso del especialista, debe tratar de reducir la cantidad de radiaciones. Aunque no parezca posible, puede hacer turnos cortos, donde varios expertos no sobrepasen un periodo consecutivo en contacto con las emisiones.

A estos principios se les conoce como ALARA, “As Low As Reasonably Achievable” que en español se traduce como: a tan bajo como sea razonable alcanzable. Aunque sean obvios, muchas veces se pasan por alto.

¿En qué unidades se expresan las dosis permitidas de rayos X?

El Kerma, el gray y el micro gray son las unidades que se utilizan para medir la radiación. Se obtienen del producto del Kerma por el área. También, se encuentra la unidad de Sievert. Esta es la que se utiliza para conocer la intensidad de radiación de la radiografía dental.

Dosis permitidas en los estudios radiológicos

De acuerdo con el tipo de estudio radiográfico, se debe usar una dosis recomendada de radiación. Estas son: radiografía intraoral: 1 – 8 μSv;  panorámica: 4 – 30 μSv; cefalométrica: 2 – 3 μSv, CBCT: 34 – 652 μSv, (para CBTC dentoalveolar de pequeño volumen) y 30-1079 μSv (para CBTC craneofacial de gran volumen).

De acuerdo a las medidas mencionadas, los estudios dentales tienen unas dosis muy bajas de radiación. En las panorámicas, pueden variar, hasta cierto punto, pero no superan la exposición de riesgo.

Todas ellas tienen una radiación similar, a la que se aplica en las radiografías de tórax. No por ello, se deben dejar de lado las medidas biológicas de seguridad contra las emisiones.

La protección radiológica en embarazadas

Las mujeres en gestación deben evitar de cualquier manera, usar la radiación. Sobre todo en el primer trimestre del embarazo, que es cuando las células fetales están en formación. Sin embargo, en el caso que sea indispensable la aplicación de un estudio radiográfico, debe utilizar una protección adecuada.